martes, 14 de diciembre de 2010

Sueños que nunca se cumplen


Este es el abrazo, así en blanco y negro como eran las fotografías de aquella época, que yo quería darme con el hombre joven de aquellos años como yo, maduro en éstos como yo también.
Soñaba con un reencuentro así en principio y no se dio, se dieron otros encuentros pero ese de aquellos años, con la finalidad que tenía para mí, quedarme para siempre a su lado, no se dio.
 Y pensando en lo que hablamos anoche con él, analizo y me doy cuenta por qué no se dan a veces ciertas cosas. Nos pasamos la vida teniendo sueños, proyectos y muchos de ellos no se nos cumplen y pensamos que es la mala suerte, el destino o Dios que no se ocupa de nosotros y a veces ... pasados los años ... descubrimos el por qué! Sí, se nos presenta así como si tal cosa, se nos declara abiertamente algo que suponíamos distinto y que si lo hubiésemos sabido en aquel momento no hubiésemos soñado esos sueños. Entonces es cuando nos decimos, ahora sé por qué no se cumplió, y... no se cumplió porque de haberse hecho hubiera salido todo mal, quizás peor de lo que me salio lo que realmente hice en la vida.
 Yo siempre le digo a Dios, cuando converso con Él, porque es lo que hago en vez de rezar oraciones de memoria, le digo que cuando llegue el momento que me lleve, tendrá que explicarme ciertas cosas que sucedieron en mi vida y a las que no les encuentro motivo, por ejemplo, la partida tan temprana de mi hija adolescente y luego pienso, si analizo bien, ya hay varios hechos de mi vida que me muestran que hubo un motivo, hubo un por qué. Ella vino, cumplió su misión y se fue. Y su misión tenía un motivo, un para qué, una consecuencia de su partida que al fin iba a ser positiva y que sin su partida no se hubiese dado y eso no hubiese sido bueno. Lo analizo cada día y cada día voy encontrándole más motivos. A veces pienso  que al final cuando me llegue a mí el momento, ya no tendré nada que preguntarle a Dios y solamente querré abrazar a mi hija con toda el alma que sólo seré en ese momento y lo demás ya no interesará más, porque ya nos habremos reencontrado y porque ya habré descubierto en vida, por qué algunos sueños...nunca se cumplen ...

Melan