sábado, 17 de septiembre de 2011

EZEQUIEL PETRA - MÉDICO ARGENTINO RECONOCIDO EN FRANCIA

Ezequiel Petra fue elegido, por la Sociedad Francesa de Neurorradiología, entre los cinco mejores jóvenes en su especialidad (terapia endovascular) y acaba de recibir la más alta calificación en un examen que evalúa a profesionales de toda Europa.


Ezequiel Petra, médico argentino reconocido en Francia


Mendoza cuenta con otro hijo prodigio para enorgullecerse y mostrar al mundo. El joven médico Ezequiel Petra, de 30 años, ha alcanzado importantes reconocimientos en Francia en su especialidad: terapia endovascular (o radiología intervencionista vascular).

El profesional trabaja en el Hospital Henri Mondor de París, que pertenece a la prestigiosa Universidad Pierre et Marie Curie, tiene 1.200 camas y atiende a unos 4.500 pacientes.

En marzo, Ezequiel fue elegido y premiado por la Sociedad Francesa de Neurorradiología como uno de los cinco mejores neurorradiólogos intervencionistas menores de 38 años de los últimos cinco años, por sus logros en el área de la investigación.

Para continuar con los éxitos, hace unos días recibió la más alta calificación en una serie de exámenes para certificar sus conocimientos a través de la Sociedad Europea de Radiología Cardiovascular e Intervencionista.



Testimonio desde París

Ezequiel accedió a conversar con Los Andes -ya cansado luego de una larga guardia- desde París para contar un poco de su historia y lo que siente luego de tanto esfuerzo. En el diálogo mostró no sólo calidad profesional sino también humana. Sus comentarios desbordan de pasión por lo que hace, el indispensable motor para tanta dedicación que ha dado frutos a tan corta edad y que le deja por delante una promisoria carrera.

-¿Qué significan para usted estos logros?

-No creo que sean logros reales si no sirven para mejorar y ayudar a la gente. La verdad es que es bueno tener reconocimiento al esfuerzo realizado y ver que se avanza. Uno no piensa en proyectos para ser reconocido sino con el fin de ayudar. Uno puede tener objetivos personales, como los de investigar, pero no con el fin de sobresalir sino de ayudar y para sentirse contento consigo mismo.

Hay que tener en cuenta también todo el trabajo que no se premia nunca y es el más importante, que es el de ayudar, estar con el paciente, darle palabras de aliento, acompañarlo en todo momento, el cual es realizado no sólo por médicos, sino también por enfermeros, técnicos, gente de limpieza, administrativos... Por ello no creo que sea un éxito temprano. De hecho no creo que sea un "éxito". Lo será cuando trate pacientes y los vea mejorar o por lo menos pueda ayudar a que las cosas sean menos pesadas. Creo que por ahí pasa el éxito.

-¿Qué cosas han quedado en el camino en pos del desarrollo profesional?

-No he dejado nada. Al contrario, si bien he pasado horas y horas estudiando y dejando de estar en miles de momentos y de situaciones, he ganado una familia que me ha apoyado absolutamente en todo, un grupo de amigos que está siempre y son la familia que uno elige, y la persona que elijo para pasar conmigo la vida, Solange (la novia, mendocina, gastroenteróloga y que trabaja en el mismo hospital).

-¿En qué consisten los exámenes que rindió?

-Esta Sociedad se encarga desde hace años de aportar para el avance científico y educativo de la especialidad; desde 2008 la Radiología Intervencionista es considerada un subespecialidad, lo cual fue un gran avance. Por ello, decidieron generar el Diploma Europeo de Radiología Intervencionista llamado EBIR o European Board of Interventional Radiology. El fin es certificar los conocimientos en la especialidad y, sobre todo, instar a los jóvenes a crecer y demostrar sus capacidades.

Para pasarlo, el aspirante debe mostrar no sólo su experiencia (número de cirugías realizadas y demás) y currículum, sino ser presentado por algún profesor de renombre para luego ver si es aceptado. Pues bueno, mi Jefe de Servicio, de manera gentil pero clara, me instó (u obligó) a presentarme. Esto no lo hubiera logrado sin su apoyo y sin su paternalismo, sin duda.

El examen es rendido por gente de diferentes edades, inclusive por profesores de renombre internacional, los cuales lo hacen para dar el ejemplo. Consiste en 4 exámenes, 2 orales y 2 escritos. Dentro de los médicos jóvenes (menores de 45) se premia al mejor examen y por suerte logré ese lugar.

-¿Cómo fueron sus estudios y cómo llegó a París?

-Hice todos mis estudios en la Universidad Nacional de Cuyo: la primaria en el Departamento de Formación Docente; la secundaria en el Liceo Agrícola y la carrera de Medicina en la facultad de Ciencias Médicas. A la UNCuyo le debo mi pasado, presente y futuro. Al terminar la carrera tuve la oportunidad de realizar un intercambio con el Karolinska Institutet de Estocolmo, Suecia, durante 2005-2006.

Luego realicé mi carrera de Especialista en Diagnóstico por Imágenes en el hospital Italiano de Buenos Aires, que depende de la Universidad de Buenos Aires. Allí comencé con mis primeros pasos en el campo de la Terapia Endovascular. Partimos con Solange, mi novia y futura esposa, con el fin de terminar nuestra formación en Francia. Ella en su especialidad y yo en la mía. Llegamos acá a principios de 2010 luego de mucho esfuerzo. La gente, los amigos, nuestros colegas, nuestros jefes que nos han tratado como hijos, son el mejor legado.

-¿Y la familia mendocina?

-La veo y hablamos de manera frecuente, no lo suficiente por problemas de horario, sobre todo. Son mi apoyo y son las personas a las que les debo todo junto a Sol. Lo que más extraño de mi familia, por lejos, es mi ahijada Agustina de 1 año y 4 meses, la princesa de la familia. Mi hermana Eliana es dermatóloga y su esposo, cirujano. Los dos son un gran apoyo. Somos, obviando a mis padres, una familia aburrida de médicos.

- ¿Qué proyecto tiene a mediano plazo?

- Nuestras proyecciones son claras: volver a Mendoza. Si bien hemos tenido con Sol muy lindas propuestas de trabajo en París, que son sobre todo muy gratificantes ya que significa que hemos hecho las cosas bien, la familia, la tierra y la gente de uno, siempre es lo más importante. Por ello, si Dios quiere y si se cierran algunas propuestas laborales, estaremos por allá a fines de este año.

Fuente: Los Andes - Argentina.ar AEN Argentina en noticias.

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