martes, 19 de abril de 2011

EL HORNERO, AVE NACIONAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA



Siempre me llamaron mucho la atención y me gustaron los horneros, siempre deseé también y lo sigo haciendo que alguno elija uno de los árboles de mi casa para construir su nido, sería para mí un gran honor recibir en mi propiedad al ave de la Patria como vecino y además creo que me quedaría horas sentada en una reposera observando sus movimientos, sus quehaceres, su forma de vida, creo que sería una vecina medio chismosa pero en este caso sería puro asombro y admiración.
 Siempre los admiré, siempre me dije a mí misma que grandioso ha sido Dios con algunas de sus criaturas, entre ellos el hornero, le dio la capacidad de hacer un nido muy fuerte a prueba de vientos y de lluvias y de este modo un lugar donde poder proteger con seguridad a su cría, ya que su nido tiene una forma muy particular, es como un horno de barro con una entrada y dentro de este hornito una pared que divide el interior en dos una cámara bien protegida donde los padres empollan los huevos y alimentan a los polluelos y una sala por donde se sale a la puerta. Cuando era chiquita mi mamá me había enseñado un poemita sobre el hornero y creo que ya desde allí comenzó mi interés, lo raro es que hoy mirando la imagen expuesta al principio, se me ocurrió investigar un poquito más y lo hice, encontrándome con otras noticias muy asombrosas sobre este animalito que es ejemplo de laboriosidad y responsabilidad familiar.
 Dejo aquí las características encontradas sobre este pajarito, orgullo de nuestra Argentina ya que ha sido elegido el ave nacional y eso debe enorgullecernos por tener los dones que tiene.

Melan.

                             
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LOS FURNÁRIDOS


El hornero rojo es la especie Furnarius rufus, el hornero albañil es Furnarius leucopus y el hornero de copete, Furnarius cristatus, Género de seis especiales de aves sudamericanas, se lo conoce vulgarmente como hornero, y también como casero, caserito, hornerillo, Alonzo García, albañil, Alonzo, Aloncito. (Casero en Tucumán y Entre Ríos; caserito en Santiago del Estero y Catamarca; aloncito en Corrientes.)






ASPECTO Y ALIMENTACIÓN






Son muy diversos en apariencia y hábitos, aunque la mayoría presentan colores apagados. Los horneros de la pampa difieren de los que habitan las selvas de América del Sur. Algunas especies se han adaptado a la gran pradera cubierta de matorrales, incluso a la semidesértica, y otras a la selva más o menos tupida.






Es un ave simpática, que no teme a las cercanías del hombre. Siempre anda en pareja y se instala lo mismo en un poste telefónico que en la cornisa de una casa.






Sus vuelos son, generalmente alrededor del nido, para buscar materiales para su construcción o alimento para los pichones, nunca se aleja, en el suelo anda a los saltitos.






Mide entre diecisiete y veintidós centímetros de largo y pesa unos setenta y cinco gramos. Sus alas son cortas y redondeadas; tiene cola larga y pico en general más largo que la cabeza; presentan un comportamiento nervioso y ligero.






Su color es pardo, con cuello rojizo, garganta blanca, pecho pardo claro, vientre blancuzco y cola rojiza.






Son grandes insectívoros, buscan su alimento en la tierra, entre las hojas o en los campos arados. Comen sobre todo insectos: mariposas y larvas de mariposas, hormigas, arañas, gusanos, langostas, escarabajos, de esta manera colaboran con el agricultor, ya que eliminan los insectos perjudiciales para las plantas y añaden a este régimen: semillas, bayas y, a veces, brotes vegetales muy tiernos. Edifican su nido en tierra o en la proximidad del suelo, entre los arbustos o en postes de alambrados.






CONSTRUCCIÓN DEL NIDO






Macho y hembra comparten las responsabilidades familiares: colaboran en la confección del nido, en el que la hembra pondrá de 3 a 6 huevos blancos, que incubarán uno tras otro. De igual forma educarán ambos a los polluelos, encaminándolos bajo una cuidadosa vigilancia al estado adulto y a la independencia.






La denominación de hornero (o albañil) se debe a que -durante la estación lluviosa- construye un nido voluminoso en forma de horno, con una abertura lateral.


Las paredes de este nido están formadas por barro, mezclados con pajitas, ramas y pequeños guijarros. Una vez que endurecen, estos edificios son tan sólidos, que permanecen en buen estado, a pesar de hallarse a la intemperie, durante varios años; de esta forma, las parejas permanecen en el mismo nido, de una estación a otra.






Comienza a construir el nido en el otoño, emplea para ello barro y paja, que transporta en el pico, en esta tarea colabora la pareja y trabajan sin descanso durante todo el día, hasta terminar, y demuestran su alegría con chillidos y cantos.







Como construye el nido con barro, el trabajo se inicia después de la época de lluvias. Primero amasan el material en los alrededores. Luego construyen la base y deciden la orientación del nido. Cuando el basamento está listo comienzan a levantar la pared en semicírculo. Por fin queda cerrada la bóveda, con una puerta en forma de ojiva en uno de sus lados. Por último los horneros cierran esa ojiva en espiral, hacia adentro del nido, y de ese modo queda formada una cámara interior, que será el verdadero nido y que la pareja tapizará con plumas y hojitas. Alisan las paredes interiores con el pico o con ayuda de una pajita cuando el barro aún está fresco. En ocasiones, en casos de sequía por ejemplo, los horneros abandonan su nido sin terminar. El nido se usa una única vez. Cuando los pichones lo abandonan también lo abandonan sus padres: construirán una nueva casa para la próxima nidada.






La construcción la realizan de afuera hacia adentro. Un tabique o pared divide el interior en dos partes, en lo mas profundo, la hembra pone cuatro huevos que encuban entre los dos. Los pichones cuando están en condiciones de abandonar el nido permanecen dos o tres meses más en compañía de sus padres antes de hacer vida independiente.


Cuando uno de estos nidos resulta abandonado por sus legítimos propietarios, existen otros, por ejemplo, las golondrinas, los jilgueros, los gorriones, los ratones y los caburés, a quienes no les importa, en absoluto, ocupar este nido elaborado por otros.






LA FAMILIA






El hornero tiene una única compañera en toda su vida.






Al finalizar el invierno la pareja construye el nido. En primavera entre los meses de octubre y noviembre, la hembra pone cuatro huevos en la cámara interior de la casa.






La incubación que dura unos quince días, está a cargo de ambos padres: mientras uno busca comida el otro mantiene calor de los huevos.






Cuando el primero regresa le avisa con su canto al que está adentro y éste sale entonces a buscar su comida mientras el que acaba de regresar lo reemplaza en el nido.






En la época de reproducción, el macho pasea sobre el suelo barroso, en pose airada, con la cabeza hacia atrás y el pecho hacia delante para impresionar a la hembra.






Y persigue con gritos y picotazos si aparece un intruso hasta alcanzar el limite de su territorio, donde a su vez lo atacan otros horneros que lo sienten como invasor. Estas expulsiones mutuas se repiten varias veces.






Los pichones nacen sin plumas y con los ojos cerrados; son indefensos y permanecen entre dos y tres meses bajo la protección de los padres quienes les buscan alimento, les enseñan a volar y vigilan sus primeras salidas el mundo exterior.






Cuando ya están en condiciones de vivir independientemente los hijos abandonan el nido de los padres, pero por lo general se quedan en los alrededores del lugar donde nacieron.






OTRAS CARACTERÍSTICAS






El macho y la hembra cantan a dúo emitiendo agudos trinos que pueden oírse todo el año.






El más conocido hornero de la pampa argentina es el hornero rojizo. Entre otras variedades de la zona sudamericana, se hallan el hornero albañil de Bolivia, Perú y Brasil, y el hornero de copete, una especie propia de Paraguay y Argentina que anida cerca de los arroyos y pantanos.






El criollo consideró siempre de buen augurio que este pajarito anidara sobre el esquinero de su rancho. Cuando hace su casa en los árboles cerca de la casa, es de excelente augurio para el agricultor, pues la tierra dará abundantes frutos, según creencias populares.






Estos pájaros son útiles a la agricultura, pues se alimenta de insectos perjudiciales para los cultivos.






Posee numerosos depredadores, entre ellos, los lagartos, culebras, aves rapaces, comadrejas, zorros.






Lo llaman el ave de la Patria.






DICEN QUE...






En el año 1928, un prestigioso diario de la Capital Federal hizo una encuesta entre los niños de las escuelas primarias sobre cuál debería ser considerada, por sus propiedades, por sus características, el "Ave de la Patria". Y que la encuesta tuvo gran éxito. Más de treinta y nueve mil respuestas llegaron a la dirección del diario.






Salió primero el hornero, con 10.725 votos; segundo el cóndor, con 5.803; tercero, el tero, con 4.002; cuarto el ñandú, 3.327; quinto el chajá, con 2.724; sexto el chingolo, con 2.622, etc.






Una de las niñas contestó en los siguientes términos: "Señor, yo creo que el hornero merece el título de "Ave de la Patria" porque habita en la mayor parte de nuestro inmenso país y posee más cualidades juntas que cualquier otro pájaro.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Este vídeo filmado en Máximo Paz (Santa Fe), Argentina, nos muestra la amistad entablada entre un caserito y un carnicero. 
 
 
Fuente: Material compilado y revisado por la educadora argentina Nidia Cobiella (NidiaCobiella@RedArgentina.com)
 
Melan

2 comentarios:

  1. estoy en un apart hotel en recoleta de vacaciones y queria saber si este tipo de aves habitaba aqui

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  2. Es un ave que habita la zona de Buenos Aires, es más hace muy poco me enteré en un blog de que había uno haciendo su nido en la ventana de un departamento deshabitado y un vecino del departamento de enfrente pudo sacar muchas fotografías del trabajo del casal de horneritos construyendo su nido en el dintel de la ventana. Dice que fue una experiencia maravillosa poderlos ver todos los días trabajando felices construyèndolo. Asì es que se puede encosntrar alguno, aunque no son tan vistos como los gorriones y las palomas que habitan en toda la ciudad y sin bien visibles. Saludos.

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