jueves, 24 de febrero de 2011

QUE SE VAYA

Las sirenas silban su ulular promediando la madrugada, huuuu, huuuuuuuuuuu, una detrás de otra y yo sola en mi cuarto, frente a mi computadora siento miedo, pero no a un robo sino a un incendio, las sirenas siempre me parecen de incendios, aunque también me traen horribles recuerdos de cuando trasladábamos de urgencia a mi Nolia al Garraham. Corría mucho la ambulancia y la sirena ululaba de ese modo.
 Mejor voy a dormir y pienso en mi nueva fantasía, un imposible que me creé hace unos días para contrarrestar tanto negativo que me sucede en el día.
 Necesito irme lejos unos días, escapar de esta realidad que me exaspera, me altera la paz que tanto me cuesta lograr a veces y me deprime, mucho, necesito una soledad absoluta sin saber de nada ni de nadie. Que cada uno se arregle solo sus problemas, yo no puedo más, mi casa era mi refugio, pero están llegando intrusos a mi refugio y eso me daña, no quiero verlos, o mejor dicho verlo, le tengo rechazo, un rechazo tan intenso, tan visceral que ya es asco. Quiero que se vaya pronto y no vuelva más, molesta aquí, que se vuelva al lugar de donde nunca, pero nunca...debiera haber salido... porque sólo lo hizo para arruinar la vida de tres mujeres, la que fuera desgraciadamente su esposa y sus dos hijas. Espero que se vaya lo antes posible, así puedo retomar mi vida en paz.

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