domingo, 21 de noviembre de 2010

Presenciando el crepúsculo

Es domingo, víspera de un lunes feriado, la tarde se está transformando en noche y es hermos verla desde mi ventana. Mi magnolia ya tiene su copa frondosa de hojas verde claro y todas muy nuevas, asemeja un enorme capullo verde y está corriendo una agradable brisa que trae un olor especial, a flores, a vegetales quizás sea hasta a agua, no sería extraño que lloviera con el calor que hizo hoy en pleno noviembre por estos sures.
 Yo acostumbro siempre a cerrar mi ventana en este horario porque es muy amplia y con mi cortina rústica pero liviana se puede ver en la noche hacia adentro, entonces decidí hacer algo que me está costando mucho. pero que me gusta, apagar todas las luces y dejar mi persiana aún abierta, `porque asi puedo distinguir el cielo como va poniendose cada vez mas oscuro y como se recortan sobre ese cielo los arboles del terreno de enfrente formando un horizonte de verde y celeste azulado digno de mirar.
 Mi casa tiene orientaciòn este por lo tanto desde aqui no puedo ver el ocaso pero si saliera a la calle y me ubicara en la vereda de mi calle del costado a la mitad de cuadra mas o menos seguramente veria uno de los cuadros mas maravillosos que nos puede dar la naturaleza sobre todo en esta epoca del año. Todo el horizonte se cubre de una gama de rosados, fucsias y naranjas pasando por los verdes y azules de una manera que el mejor pintor no lo hubiese podido lograr.
 Cada vez que lo veo lo trato de retener en mi memoria porque es realmente espectacular, deberia salir aunque solo sea para eso.,
 Estoy ahora en la oscuridad absoluta dentro de mi casa y no quiero dejar de mirar el cielo que todavia es azul- No lo harè, aprovechare que se escribir sin jmirar el teclado y aqui me quedare hasta que se ponga estrellado-
 Será como un juego. jugar a estar a oscuras y ver y quedarse totalmente sola dentro de mi casa a oscuras viendo nada menos que el crepùsculo. son esos pequeños grandes placeres que nos regala Dios no hay que desaprovecharlos. Varias veces estuve internada en terapia intensiva y dormia y me despertaba sin saber ni el dia ni el horario y menos aun ver algo de naturaleza solo luces blancas y ruidos metalicos mejor ni recordarlo. Mejor me quedo escuchando los sonidos del atardecer, a lo lejos el del tren los pajaritos ya se fueron a dormir no se escucha ninguno la brisa mueve suavemente las copas de los arboles y dejare de escribir porque ahora se levanto mas vientito y quiero oir todo eso sin tener que estar atenta a lo que escribo y ni oir los sonidos de mis dedos sobre el teclado Espero que pronto se ponga oscura la pantalla de mi compu, Pense en corregir todo lo que hice mal por hacerlo a oscuras pero quizà lo deje, tiene como una connotacion distinta no? Bien los dejo, el crepúsculo me espera est`a mas hermoso que nunca el cielo se oscurece cada avez mas y no quiero perdermelo, Hasta luego,

Bueno, aquí estoy otra vez, ya en noche cerrada y escribiendo con buena luz, al fin apagué mi monitor y mi quedé a oscuras totalmente.
La experiencia fue maravillosa. A veces uno piensa que necesita mucho para sentirse en paz o disfrutar algún momento y no es así, basta un poco de imaginación y ya está el mundo mostrándonos sus espectáculos inigualables de la naturaleza, que los tenemos aquí nomás, a mano de nuestra mirada pero lo dejamos pasar diariamente sin darnos cuenta que cada veinticuatro horas se producen y si queremos sólo tenemos que tratar de despegarnos de todo lo material e involucrarnos solamente con lo que está pasando a nivel natural por nuestros ojos.
 Realmente fue hermoso, pude escuchar la leve brisa, el murmullo entre los árboles y ver cómo de a poco pero con un ritmo constante el cielo iba oscureciéndose dando paso a la noche. Esta vez no me quedé hasta que aparecieron las estrellas porque el airecito que entraba  por la ventana era fresco y temía que me hiciera mal a mis maltrechos pulmones, pero otro día repetiré la experiencia y me quedaré hasta ver la primera estrella y si es posible la luna ... y llena!

Nota. Dejé todo en borrador. No borré las faltas de tipeo para que esta entrada sea lo más genuina posible y lo subo con la letra original de la entrada.  Así escribo cuando estoy en la oscuridad total en mi living y afuera se está produciendo el crepúsculo.

Nota bis. Al no poder encontrar una imagen lo más parecida a la que yo tenía frente a mí y no poder sacar una foto porque se llevó la máquina mi hija de viaje, opté por dejarles esta obra del gran maestro argentino Quinquela Martín, llamada Crespúsculo tranquilo.

No me equivocaba cuando decía que el aire traía un olor especial, era olor a agua, ahora está lloviendo....



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